miércoles, 13 de marzo de 2013

PSICOLOGÍA DE LA MUJER

Este artículo surge del contacto con mujeres adultas que acuden a mi consultorio, y que a pesar de tener problemas emocionales de diferente índole, que no voy a mencionar, cuentan con características similares, y eso me lleva a tratar de investigar qué pasa con la psicología femenina, al realizar una búsqueda en Internet, me encuentro con artículos religiosos, de revistas del corazón y prácticamente nada en relación a este tema desde un punto de vista imparcial y fidedigno.



Quisiera definir qué es lo femenino, y encuentro que una de las características de la mujer es la capacidad de involucrar todas las esferas de su persona, todas las facultades, todo su ser, en lo que realiza.  

O bien «femenino» corresponde a subjetivo, intuitivo, pasivo, ternura, sensibilidad, es impresionable, dócil, receptivo, empático, dependiente, emocional y conservador. Su mente capta relaciones, posee una percepción intuitiva de los sentimientos, tiene tendencia a unir más que a separar.”

 
 En definitiva esta búsqueda resulta frustrante en el sentido de colocarnos en una posición vulnerable, en la que dependemos de algo o alguien, sin tener la capacidad de ser objetivas, emocionales y sensibles como si esto fueran características negativas por sí mismas, y lo peor aún es que en muchos casos creemos que así es.

LAS MUJERES QUE AMAN DEMASIADO



Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.

Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas íntimas son acerca de él, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos, y cuando casi todas nuestras frases comienzan con "él...", estamos amando demasiado.

Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta, estamos amando demasiado.

Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudarían a él, estamos amando demasiado.

Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos con la idea de que, si tan sólo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras, estamos amando demasiado.

Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud e integridad física, sin duda estamos amando demasiado.

CLAVES PARA SER FELIZ


Practica algún ejercicio: caminar, ir al gimnasio, yoga, natación... Los expertos aseguran que hacer ejercicio es igual de bueno que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo. Treinta minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.

Desayuna: algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren engordar. Estudios demuestran que desayunar te ayuda a tener energía, pensar y desempeñar exitosamente tus actividades.

Agradece a la vida todo lo bueno que tienes. Escribe en un papel diez cosas que posees que te hacen feliz. Cuando hacemos una lista de gratitud, nos obligamos a enfocarnos en cosas buenas.

Sé asertiva: pide lo que quieras y di lo que piensas. Está demostrado que ser asertivo ayuda a mejorar tu autoestima. Aguantar en silencio todo lo que te digan y hagan genera tristeza y desesperanza.

Gasta tu dinero en experiencias, no en cosas. Un estudio demostró que el 75% de las personas se sentían más felices cuando invertían su dinero en viajes, cursos y clases. 

Enfrenta tus retos. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Cuanto más postergas algo que sabes que tienes que hacer, más ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas a cumplir y cúmplelas.

Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos. Llena tu nevera, tu ordenador, tu escritorio, tu cuarto y TU VIDA de recuerdos bonitos.

Sé amable con otras personas. Más de cien investigaciones afirman que sólo sonreír cambia el estado de ánimo.

Usa zapatos cómodos. “Si te duelen los pies, te pones de mala leche”, asegura el Dr. Keinth Wapner, presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.

Cuida tu postura. Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia el frente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.

Escucha música. Está comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar.

Aliméntate bien. Lo que comes tiene un impacto importante en tu estado de ánimo. Comer algo ligero cada 3-4 horas mantiene los niveles de glucosa estables, no te saltes comidas. Evita el exceso de harinas blancas y azúcar. COME DE TODO.

Siéntete guapa. El 41% de las personas se siente mejor si se siente guap@. ¡Arréglate y siéntete bien!

Cuidado con los celos



¿Tu pareja desconfía de ti o tú la criticas constantemente? Supera ese sentimiento que envenena e incluso destruye las relaciones


http://www.esmas.com/mujer/sexoyamor/amor/432352.html

Si estás en el comienzo de un noviazgo y ves en tu pareja unos celos exagerados y enfermizos, no te engañes, no creas que ésa es su manifestación del intenso amor que te tiene, no lo aceptes como algo tolerable o normal, porque a la larga destruirá tu relación.
Con cuidado
El hombre celoso comenzará a desconfiar y se irá distanciando de ti, hasta que no haya comunicación ni diálogo. Los celos pueden llegar a tal grado que él te prohíba salir, hablar con los demás, arreglarte, y aún así seguirá pensando que le eres infiel, desconfiará de ti y te vigilará constantemente.
Los celos enfermizos llegan a provocar, en infinidad de casos, violencia física y psicológica continuas, e incluso que un miembro de la pareja acabe con la vida del otro. Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países desarrollados.
Los psiquiatras afirman que los celos son un estado antecesor de la psicosis, pueden convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad.
Qué son los celos
La psicóloga clínica Laura García Agustín, explica que los celos “son emociones intensas que surgen cuando se experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, a un amigo o a los hijos”.
Según el psicólogo Benabé Tierno, “las personas celosas tienen una distorsión, un pensamiento erróneo, porque por mucho que amemos a alguien, por muchos compromisos o planes en común que tengamos, nunca poseemos a esa persona, no es una propiedad privada”.
Luz o sombra
Celos manifiestos: Es cuando, por ejemplo, tu pareja desconfía de tu fidelidad y te interroga sobre tus compañeros de trabajo, no soporta que le cuentes cómo son tus amigos, o que te veas con alguien que no sea él, y sospecha más de ti cuando, cansada de su constante asedio, te niegas a responderle.
Celos ocultos: Es cuando, por ejemplo, tú eres la celosa y tienes ciertas actitudes hostiles, como criticar o regañar a tu pareja, quien es un hombre muy respetado en su profesión; así tú sientes que obtienes mayor poder sobre él y que él no es tan superior a ti.
Celos exagerados: Es cuando no ha habido ninguna infidelidad, la pareja no se ha acercado emocionalmente a otra persona, es decir, no hay un motivo aparente.
Celos patológicos: Es cuando ya se llega a perseguir o incluso a vigilar a la pareja.
Cómo se siente
Según la Dra. García Agustín, “las personas celosas desconfían mucho de la pareja, debido a su propia inseguridad se comparan con los demás y se sienten inferiores y amenazados”. Debido a esto, sufren consecuencias destructivas como malestar, angustia, nerviosismo, tristeza, falta de confianza en sí mismas y alejamiento.
La terapeuta familiar Daya H. Rolsma explica que “los celos son una reacción instintiva de autoprotección, pero son perjudiciales y se convierten en un problema, porque quien los sufre tiene sentimientos opuestos de amor-odio, se siente desplazado y teme perder el amor, cariño o amistad de la otra persona”.
Reestablece la comunicación
Si eres víctima de los celos enfermizos de tu pareja, no debes consentir sus chantajes emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan tu libertad, ni permitir conductas violentas o agresivas de su parte. Si eres tú la celosa y quieres superar el problema, sigue estos consejos de los psicoterapeutas:
1. Lo único que puede hacer que termine esta situación es la ayuda psicológica o la ruptura.
2. Analiza en qué momentos y situaciones te comportas celosa, qué haces, piensas y sientes.
3. Habla con tu pareja para decirle qué sientes, que sabes que no estás actuando con madurez y que intentarás cambiarlo, y pídele que te ayude a ver claramente lo que sucede. Quizá tus celos se relacionen con el comportamiento de tu pareja y sí tengan una base real, pero lo más probable es que sea sólo tu imaginación.
4. Reflexiona en que si tu pareja está contigo es porque te quiere, no tienes que compararte ni competir con nadie. Piensa que los celos destruyen y separan, y para establecer una comunicación con respeto y confianza debes dedicar tus energías a fortalecer tu pareja, no a destruirla.
5. Debes estar consciente de que la posesión del ser amado es perjudicial en tu relación; hay que aceptar que tu pareja debe poder estar sola o con otras personas.
6. Los celos también reflejan una dependencia desmedida hacia ese ser querido. Eviten esa atadura como pareja, sigan relacionándose con los demás, repartan su interés entre las distintas personas que conocen, realicen varias actividades y ábranse a las posibilidades que les va ofreciendo la vida.
7. Trabaja a favor de tu crecimiento personal, tu independencia y tu autoestima, por ejemplo, desarrollando actividades que te hagan sentirte realizada, como practicar deportes, inscribirte en cursos, etcétera.
Con un profesional
Si los celos vienen acompañados de comportamientos violentos o de posesión, acudan urgentemente a un psicoterapeuta que les enseñe a controlarlos. Aunque el celoso diga que va a cambiar, es mejor que lo haga con la ayuda de un profesional adecuado.
La psicóloga García Agustín advierte que “es importante que se pongan en manos de un profesional antes de que el problema aumente, porque los celos suelen crecer si se siguen alimentando. Pueden traer muchos problemas si no aprendemos a tener un control emocional que nos permita reemplazarlos por otros sentimientos más convenientes, y cambiamos nuestras creencias, actitudes y normas”.
 

Mobbing en las madres solteras

EL RECHAZO EN EL TRABAJO. COMO AFECTA EL MOBBING A LAS MADRES SOLTERAS

 http://www.yosoymadresoltera.com/el-rechazo-en-el-trabajo-como-afecta-el-mobbing-a-las-madres-solteras/

El rechazo en el trabajo, también conocido por mobbing o acoso laboral, afecta tanto a mujeres como a hombres, pero en mayor proporción a mujeres embarazadas o que tienen hijos. Ser mujer y madre sigue siendo un problema mal resuelto cuando se tiene que compaginar con la vida laboral. La mujer, lo mismo da si tiene pareja, está sola o es madre soltera, recibe las consecuencias de una mala política que afecta al conjunto de la sociedad.
Todo el mundo está de acuerdo en que tienen que nacer niños, para que la población no envejezca, pero nadie quiere pagar un céntimo ni contribuir en lo más mínimo al buen desarrollo de la maternidad y la infancia. Los poderes públicos son los principales responsables, porque no legislan ni destinan recursos suficientes para las mujeres en edad fértil.
¿Acaso las madres tenemos que sentirnos culpables por trabajar y querer tener hijos?
¿Qué países premian a la maternidad? ¿Qué países están a la cabeza en ayudas a la manutención de los hijos menores de edad? ¿Qué países dan facilidades para la conciliación de la vida familiar y laboral? Reducción de jornada, por ejemplo. Los más avanzados, claro está, como Francia, Alemania u Holanda.
No se trata de que se queden en casa ejerciendo de amas de casa o jefas de hogar durante varios años, sino haciendo compatibles el trabajo y el cuidado de los hijos. Trabajar a tiempo parcial. Porque trabajar puede ser una necesidad económica y también de salud mental, en muchos casos. Todo el mundo sabe que si una persona permanece separada de su profesión durante un largo período (cinco años es una eternidad, en determinadas especialidades), tendrá muchas dificultades para recuperar los conocimientos que perdió durante su ausencia. El reciclaje laboral es muy duro y costoso en términos económicos y de horas empleadas.
En un trabajo bajo contrato, si una mujer queda embarazada lo más probable es que no vuelvan a requerir sus servicios. Esta es la realidad. Y si el contrato es fijo, es probable que lleguen a aburrir-la para que se vaya “voluntariamente”, sin tener que pagarle una indemnización. La empresa no tiene corazón. Las personas sólo cuentan cuando son rentables económicamente. Así ha sido siempre, pero la evolución de la humanidad tiene que orientarse a dar un trato justo y responsable a las personas.
En España, 9 de cada 10 mujeres sufren el llamado “mobbing del embarazo”
El mobbing, una lacra en las empresas
En un estudio publicado por la Revista de Derecho de la Universidad del Norte (Barranquilla, Colombia) leemos que el mobbing es «toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador o contratista por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir a la renuncia del mismo».
Es una forma de acoso de una violencia psicológica extrema. Se clasifica en:
  • Descendente: cuando el acosador es el superior jerárquico.
  • Horizontal: cuando el agresor es un trabajador de su mismo escalafón.
  • Ascendente: suele ser el menos común. Se produce cuando varios subordinados acosan a su superior.
Cómo detectar el mobbing
Existe acoso laboral cuando se dan, con frecuencia, una o más de estas circunstancias:
“Sin saber muy bien por qué, desde un tiempo le encomiendan una cantidad excesiva de trabajo y a los demás compañeros no, o lo contrario es decir que se pasa las horas muertas porque no le dan trabajo en absoluto, le obligan a realizar tareas sin sentido o humillantes muy por debajo de su categoría laboral, le ocultan información básica que necesita para realizar su trabajo, o que la información que recibe está incompleta o es errónea adrede, que se le niega el material de oficina necesario. También puede notar que continuamente se le critica y ofende personalmente, se burlan de su voz o aspecto… Un jefe o compañero le grita en público, airea aspectos íntimos de su vida privada, puede propagar rumores contra él a sus espaldas. Puede recibir incluso amenazas de despido laboral, de violencia física, de acoso sexual. El trabajador se ve aislado y marginado social y físicamente: los otros le evitan, no le dirigen la palabra, su puesto de trabajo se traslada a un rincón lejos de todos, ignoran totalmente sus informes y resultados laborales. El ambiente en el trabajo se vuelve una pesadilla diaria insoportable”.

La persona afectada por acoso laboral puede tardar meses en darse cuenta de que es víctima de una violencia sutil y ascendente. Las consecuencias pueden ser graves, como suicidio, ansiedad, depresión, insomnio, bajo rendimiento, o mayor absentismo y bajas.



Según un estudio de 2008 titulado Mobbing maternal en España, elaborado por la Fundación Madrina, “el perfil de las afectadas es el de una mujer joven, entre 25 y 30 años, de clase media, con un contrato temporal, embarazada o madre soltera con bebés a su cargo menores de un año.” Desde el punto de vista de los empresarios, las madres solteras son las que corren peor suerte para mantener o acceder a un empleo, puesto que no rinden lo mismo que una mujer sin descendencia y harán más bajas o faltarán al trabajo a causa de enfermedad de los hijos, enfermedades propias, reuniones escolares, etc. La falta o el menor apoyo que reciben las madres solteras, además de percibir menos ingresos que si tuvieran pareja, causan un mayor estrés, el cual repercute en el rendimiento final de la trabajadora.

Según la citada directora: “el embarazo sigue siendo la primera causa de despido o amenazas por parte de la empresa”. Y concluye: “En el campo laboral la mujer no está discriminada por ser mujer, sino por ser madre”.

Según la citada directora: “el embarazo sigue siendo la primera causa de despido o amenazas por parte de la empresa”. Y concluye: “En el campo laboral la mujer no está discriminada por ser mujer, sino por ser madre”.

Cómo afecta el mobbing a las madres solteras
En cuanto al tipo de empresas “el 41% del mobbing tiene lugar en pymes [pequeñas y medianas empresas], el 24% en la empresa pública, el 27% en grandes empresas y multinacionales, y el 2% en empresas familiares”.
El acoso lo sufren las mujeres embarazadas o con hijos que conviven en pareja y en especial las que tienen cargas familiares no compartidas (léase madres solteras o solas). Entre las principales agresiones que sufren destacan la relegación a tareas secundarias, las reducciones de sueldo, las amenazas de despido y las agresiones verbales.
La mujer no acostumbra a denunciar el acoso laboral por miedo a no encontrar empleo en otras empresas o a perder el que ya tiene.
Recientemente la Fundación Madrina presentó en el Parlamento Europeo el Estatuto de la Madre, el cual defiende que “la maternidad sea considerada como bien social, derecho fundamental y patrimonio de la humanidad”.

En 2008 la directora del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE declaró que “el 65 por ciento de las directivas españolas cree que el permiso de maternidad provoca una situación de conflicto en su trabajo. Una de cada cinco mujeres renuncia a él”. ¿Cómo actúan las mujeres directivas anta su próxima maternidad?: “el 30% de las ejecutivas renuncian a su cargo ante la imposibilidad de hacer compatibles trabajo y casa, profesión y crianza de los hijos. Una parte de ellas crea sus propias empresas, o realiza trabajos que puede hacer en casa”.
La madre soltera o sola es muy vulnerable a las situaciones de acoso laboral y puede pensar que todo lo hace mal, que no da la talla.
Reflexión
Conviene que las mujeres agudicemos el sentido crítico ante comentarios, palabras ofensivas, vacío provocado por los compañeros, bromas de mal gusto, etc. Tampoco hay que aceptar que los jefes, patrones y directivos de las empresas se dirijan a sus subordinados con palabras que no sean las adecuadas. La vida cotidiana está invadida de malos tratos y falta de respeto, que hemos admitido como cosa normal a causa de su frecuencia en el ambiente escolar, familiar y laboral.
Cuando una persona se siente agredida, tiene que pensar que no es culpable de nada.Cualquier palabra que tenga la intención de menospreciar la manera de ser de una persona, es una forma de violencia. Se puede reprender a alguien cuando el resultado de un trabajo no ha sido satisfactorio, pero no herir a la persona. Hay que ponerse la coraza, no sentirse inferior ni dar la razón al acosador cuando diga: “todo lo haces mal”, “no sabes trabajar”, “tienes el cerebro de un mosquito”, “ni un subnormal lo haría peor que tú”. Es un maltratador y merece nuestro desprecio.