COMO AYUDAR A UNA PERSONA CON DEPRESION? http://depsicologia.com/como-acompanar-a-una-persona-con-depresion/
Cuando una persona cercana a nosotros está sufriendo una depresión podemos sentirnos de múltiples maneras, desde sentir compasión y comprensión hacia la situación en la que se encuentra, hasta sentir agresividad hacia la persona misma por no tener las fuerzas necesarias para salir, por quedarse anclada en una situación que la está dañando en lugar de luchar por vivir.
¿Cómo es el día a día de una persona que sufre depresión?
A veces resulta muy complejo
hacerse una idea de cómo se siente la persona que se encuentra en un
estado depresivo o está pasando por una depresión clínica.
La depresión agota los sentidos
y las ganas de luchar, no importa el qué dirán, no importa la imagen
que uno da al mundo porque el dolor es tan grande y tan absoluto que el
sólo hecho de respirar absorbe toda la energía que esa persona necesita
para disfrutar de la vida.
De ahí que en muchas ocasiones nos
encontremos con personas que no salen de su cama, que no les importa ir
desaliñadas, se despreocupan de su higiene personal, que parece que tienen la mirada ausente y perdida por mucho que intentemos mantener una conversación.
El retraimiento también
suele estar en personas que están pasando por estos momentos, la
vulnerabilidad que sienten es tan grande que cuanto más pequeños se
hagan más protegidos se sienten. Esto también lo podemos ver
corporalmente, parece que todo su cuerpo tiende a encogerse con los
hombros caídos y hacia adentro, todo su lenguaje corporal es hacia
adentro.
Hay frases que me resultan inolvidables “Sólo
deseaba que esto terminara, que terminara el dolor, no me importaba si
era desapareciendo o saltando a tres años en adelante, sólo quería que
no me doliera vivir“.
Y ahora, ¿Qué puedes hacer tú?
Puede resultar muy duro estar al lado de
una persona depresiva porque la única luz que veía en el día la ha
perdido y, normalmente, todo su mundo se vuelve de una oscuridad y un pesimismo
que vivir parece una verdadera lucha por subsistir, por aguantar en
lugar de disfrutar. Esto os lo van a transmitir de forma constante.
Puedes escuchar un discurso muy repetitivo en el que está involucrado el desprestigio hacia uno mismo, hacia la gran soledad
que sienten aunque estén rodeados de multitudes o incluso de amigos. No
están llamando la atención, realmente es un sentimiento profundo que
verdaderamente les adormece en un día a día de sufrimiento que
verdaderamente parece que nunca a va a terminar.
Es probable que acabes agotado, que quieras tirar la toalla porque muchas veces vas a ver cómo no quieren ayudarse
ni ellos mismos a salir de esa situación, como os comentaba antes,
parece que han perdido toda la energía en mantener una respiración que
es automática.
Una de las mejores opciones es animarles a acudir a un psicólogo,
más que nada porque es una persona externa que puede hacerse cargo de
todas estas emociones sin que le queme ni le haga tanto daño como os
puede hacer a vosotros.
Por otra parte, habrá momentos en que sólo el hecho de que haya alguien a su lado,
en silencio, baste para que los ánimos mejoren y se apacigüen; en
ocasiones, una conversación puede hacer que uno se olvide del mundo y
del dolor; acompañarles a dar un paseo en plena naturaleza para que
aprendan a ver de nuevo la vida, a valorar cosas que ya olvidamos como
es un rayo de sol entre las hojas de los árboles o el pequeño sonido de
los pájaros… Os llevará tiempo, puede doler pero se puede salir.
No te sientas culpable si no puedes hacerte cargo de esta situación porque realmente no es tu función, puede agotar y puede dañar muchísimo.
Puedes hablarle de como siempre sale el
sol a pesar de la oscuridad que se cierne sobre su corazón, en un
principio puede que no entienda o no esté preparado para entenderlo,
pero poco a poco, con paciencia y con mimo, se dará cuenta de que ha
llegado el momento de continuar.