Entendiendo el fútbol masculino
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En el caso que mi pareja le guste mucho el “fútbol”, “balómpié”, “fútbol soccer”, ¿cómo puedo compartir su fanatismo y pasión por el deporte? quizá esto ayude a unir a la pareja
y él nos agradecerá que nos tomamos la molestia de aprender las reglas
básicas de su deporte favorito, quizás lograremos otro punto a favor!
Ver el mismo gol cien veces, exasperarse por un partido amistoso o
retorcerse en el suelo como si el mundo se acabara por una patadita, ¿se
te hace familiar?
¡Uf! 1. Si ganan (o pierden) ¿qué pasa? Podemos entender que si un equipo gana, sube en la tabla de posiciones, pero no siempre es tan simple, a veces depende de con quién juega y de otros muchos factores. Eso marea a cualquiera, por ello, nos vemos en la obligación de preguntar qué puede pasar si es que se gana un partido de fútbol. Incluso a veces es hasta bueno perder… curioso.
2. ¿Cuál campeonato es? Durante el año se juegan tantas copas y torneos que de verdad una ya no sabe cuál es cuál, que la Libertadores, que la Eurocopa, La Champions, en fin. Por eso a veces preguntamos acerca de cuáles de todos los campeonatos estamos hablando. ¿Por qué no resumir todo en uno o en dos? ¡Tan poco prácticos!.
3. ¿Para qué verlo tantas veces? La alegría por algún gol lo podemos entender. Pero lo que no comprendemos es esa manía de los hombres de ver el mismo gol una, dos, tres, y hasta cuatro veces en las distintas secciones de deportes de los noticieros. Lo ven desde distintos ángulos y aunque sea la quinta vez que lo ven, siguen saltando de alegría. Es como si no se convencieran que el tipo metió la pelota en el arco.
4. ¿Qué importa quién gana? Es curioso, pero no podemos entender por qué si se está jugando un partido amistoso, los hombres se afanen tanto por querer que uno u otro gane. ¡Si es amistoso! ¿qué importa quién sale ganador? Si no se gana nada, ni copa ni puntaje. El amistoso equivale casi a la pichanga de barrio, claro que con más producción.
5. ¿Cómo pueden armar tanta alharaca? En la cancha se nota que los hombres son realmente alharacos cuando se trata de dolores físicos. Cuando uno roza al otro con el pie, queda la embarrada. El tipo supuestamente lesionado se retuerce en el suelo como si ya estuviera a punto de caerse muerto, se lo llevan en camilla casi con un balón de oxígeno. ¡Vamos señores! 6. ¿Eres entrenador ahora? Más que curioso es chistoso. Cuando un hombre se coloca delante de un televisor a ver un partido de fútbol se convierte en esta especie de entrenador Vip, independiente si en su vida ha jugado al fútbol o no. “Métela, corre, apúrate, ¡cómo tan …!” En fin. Dan instrucciones a diestra y siniestra y estamos muy seguras, que la mayoría de ellos, no podrían hacer ni la mitad.
7. ¿Cómo combinan así?Los
colores de los equipos son algo fundamental. Sirven para distinguir unos
de otros. Todo bien con eso, pero a veces vemos unas combinaciones
atroces. ¿Se hace a propósito? ¿Qué cuesta combinar las medias con los
shorts y las camisetas? No creemos que sea algo tan complicado. Podrían
intentarlo.
8. ¿Por qué celebrar con una obscenidad? Está bien
saltar de alegría, gritar en fin, pero es curioso agregar alguna
obscenidad a nuestra celebración. Y a la hora de festejar un gol, eso es
casi un deber ¿Es una cosa de testosterona? Quizás es por un asunto
medio ancestral, quién sabe…
9. Qué está haciendo él ahí? De cuando en cuando –
en especial en los torneos europeos – nos topamos con algún futbolista
atractivo, guapo, con un físico envidiable. Un tipo que perfectamente
podría estar en la portada de alguna revista, pero que en vez de eso
está corriendo detrás de una pelota. ¿Cómo es que él está ahí, porqué no
mejor se convierte en modelo? Sinceramente nunca entenderemos su
elección.
10. ¿Amigos o rivales?
El pertenecer a otro equipo de fútbol
puede ser motivo de discusiones y peleas y hasta de burlas. Jamás
entenderemos cómo un juego puede entorpecer una relación de cariño. Es
como si nosotras peleáramos con una amiga porque ocupa otra marca de
jeans. ¡No tiene lógica!
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